Basta con darse una simple y sencilla vueltecita por Vejer para darte de bruces con la situación social que vivimos en este pueblo: desilusión y apatía. Los vejeriegos, quizás no hemos destacado por nuestra templanza y constancia para realizar eventos y actividades culturales pero lo que pasa hoy clama al cielo. Da verdadera lástima en lo que nos estamos convirtiendo: un cementerio viviente.
El carnaval, que se puede llegar a interpretar como un reflejo de la sociedad pues no es ajeno a este ambiente.
Quedando absolutamente claro que el carnaval no es una obligación ni una responsabilidad en sí, y si apuramos mucho porque me extraña bastante, pero demasiado, que en un pueblo con más de 5000 personas, no haya doce con ganas de realizar algo.
Se que algún miembro de ambas agrupaciones comparsísticas lo ha pasado mal. Pero no hay que hacer un acto de fe cuando se tiene un fracaso. Y el fracaso es totalmente subjetivo, depende de la idea con la que salgas, las pretensiones que tengas, algo se puede considerar un fiasco o todo un éxito.
A lo mejor me equivoco pues soy el último mono en esto del carnaval pero creo que el problema, que el principal problema por lo que este pueblo, en relación a la fiesta de los pasodobles, cuplés, popurrís y parodias, está en la raíz.
He llegado a escuchar de primera mano que no se sale por falta de voces de calidad… pero vamos a ver, ¿ qué más da? Si para salir una buena voz es indispensable, entonces esta fiesta es horrenda por su carácter exclusivista, ni más ni menos. TODOS PODEMOS SALIR y de cualquier manera. Opinarán algunos que eso desvirtúa la fiesta pero les pregunto a ellos… ¿ qué fiesta? ¿No está el carnaval ya lo suficientemente desvirtuado de por si? ¿ No será que el carnaval ya nos da igual?
Ni existe corrillos ni curiosidad por lo que se ensaya. Solamente desde este blog, no se para de pregonar que hay que hacer algo pero pichitas, el movimiento se demuestra andando. Y si no sabemos escribir pues ya algo saldrá, que los errores son sanos para ir progresando en esta vida.
Existe indiferencia, cada vez más. Y la indiferencia es el peor enemigo, el más dañino pues este sentimiento encamina o da pasos a la desidia y a la perdida de interés para realizar cualquier acto cultural como el que nos atañe.
Un pueblo que no se expresa es un pueblo pobre, un pueblo muerto. No me puedo llegar a creer que nadie, absolutamente nadie tenga nada que decir o que no quiera participar es esta fiesta, que como ya he dicho anteriormente, tiene cabida todo el mundo.
Quizás esté equivocado y mis planteamientos sean erróneos pero deberíamos cambiar de forma paulatina determinadas costumbres:
- Premios: Los premios te dan reconocimiento. Pero si sales solo por un premio, en caso de no conseguir nada, el sentimiento de frustración puede inundarte y hacerte sentirte fatal. Aunque sea un tópico, aquí lo indispensable, lo único, es participar. Todo lo que venga después bienvenido sea, pero no es ni mucho menos lo más importante.
- Hacer algo que le gusta a la gente: Para mi, planteamiento erróneo. Lo más importante es que las letras o lo que vayas a decir te transmita algo. Cuando estás en los tablaos, eres un transmisor, emites emociones en forma de melodías y letras. Si no te sientes identificado con lo que cantas, como esperamos nosotros que los demás se identifiquen. Al pueblo no se le puede ni se le debe engañar. Si el carnaval se hace para eliminar las vergüenzas y la hipocresía diaria durante un escaso periodo de tiempo, como podemos pensar en poner a la gente totalmente de acuerdo? Es que son aspectos absurdos, al menos para mí.
Se podía escribir veinte cosas pero joder, lo importante es participar. Tomad esto como un juego si quereis. Ni siquiera tomároslo tan en serio. De verdad, lo he repetido hasta la saciedad pero por favor, somos vecinos, habitantes de un pueblo pequeñito con poca tradición carnavalesca de forma continua. Repito, somos bufones, payasos que expresamos a modo de coplas, ya sea de forma trágica, seria, sarcástica y humorística aspectos de la vida cotidiana que nos resultan curiosos o sucesos que no nos hacen ni la menor gracia.
En definitiva lo dicho… UN PUEBLO QUE NO SE EXPRESA ES UN PUEBLO MUERTO, sea de esta forma o de otra ( teatro, poesía, pintura, etc…).
PD: Perdonen por el tocho pero tenía ganitas de decirlo. Y si alguien se siente ofendido, no fue mi intención y eso rima……
POR PEREIRA
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